AMAZONAS.

Desde que conocí en la infancia al personaje ficticio de la Mujer Maravilla, princesa Diana de las amazonas; me entro una gran curiosidad sobre su historia, su profesión como mujeres guerreras.

Las Amazonas como mencione con anterioridad, eran mujeres guerreras, cuyo nombre proviene del significado etimológico "Sin pecho", al cual le hacían alusión no porque carecieran de este, sino, por qué para medidas practicas en batalla se cortaban el seno izquierdo para cargar de mejor manera y sin ningún impedimento su arco.

Leyendas admirables se cuentan sobre las Amazonas, entre estas la de dos de sus reinas: Hipólita y Pentesilea.

HIPÓLITA.

Hipólita, reina de las amazonas, sucumbió al amor por Teseo (Rey de Atenas, hijo de Etra y Egeo) y se casó con él. Las otras amazonas no perdonaron este sentimentalismo de su reina y se lanzaron al ataque contra Atenas. Hipólita huyó entonces de Teseo y luchó frente de sus guerreros mujeres. Una flecha le atravesó el pecho y murió en el campo de batalla. Muerta su reina, las amazonas huyeron en desbandada.

Teseo, a pesar de que Hipólita le había traicionad, inmortalizó su belleza en un monumento que le erigió en Atenas.

PENTESILEA.

Fue una de las mas bellas Reinas que las amazonas hayan tenido. Pentesilea lucho contra los griegos en la guerra de Troya, a favor de los troyanos. Ella, prometió a Príamo (Rey de Troya), la muerte de Aquiles y marcho al encuentro de los griegos con un grupo de sus amazonas.

En la primera batalla, terminó con la vida de siete héroes griegos sin ninguna baja en su ejercito de mujeres. En ese instante, al momento en que Aquiles se supo que una mujer combatía con los troyanos, dio marcha a la guerra y fue al encuentro de aquella mujer invencible y le dijo:

-¡Mujer! ¿Quien eres que te atreves a luchar contra nosotros? ¿Acaso la locura se alberga en tu cabeza? Ha sonado tu última hora y tu cuerpo servirá de pasto a nuestros perros.

Arremetió contra ella, le arrojo la lanza y atravesó su pecho. Pentesilea a pesar de la herida se mantuvo en su caballo. Aquiles arrojó otra lanza que atravesó el caballo y a la amazona. Pentesilea cayó al suelo.

Aquiles se acerco a su victima, le arranco su lanza y le quito el casco. Y entonces, al verle el rostro, quedó deslumbrado por su belleza.  Y se quedo montando la guardia junto al cadáver, para evitar que otro de sus guerreros la profanara. 

No la abandonó hasta que los troyanos lo reclamaron y, según cuenta la leyenda, cuando los troyanos se llevaron el cuerpo muerto de Pentesilea, Aquiles tenía los ojos llenos de lágrimas y no pudo olvidarla jamás.